¿Cómo hacer para meditar?
Si meditas todos los días, por lo menos 15 minutos en la mañana y 15 minutos en la tarde, verás resultados positivos en tu vida en unas tres semanas. Si meditas una vez al día, todos los días durante por lo menos 15 minutos, verás resultados positivos en unos seis meses. Si meditas de vez en cuando, eventualmente verás los resultados positivos en tu vida. Depende de ti, de cuánto deseas lograr los cambios que necesitas para ser feliz. Lo primero que hace falta es voluntad para sentarse a meditar. Puedes comenzar con sesiones de un minuto. Cuando te sientas cómodo, lo llevas a 5 minutos y luego a 10 o 15 minutos. Es un compromiso contigo mismo con la finalidad de traer paz y tranquilidad a tu vida y conectarte con Dios para que te guíe. En el compromiso y la constancia está la clave del éxito.
Guía para meditar solo en tu casa u oficina:
1. Busca un lugar tranquilo.
2. Siéntate cómodamente, puede ser en una silla, sillón, sofá o en el piso sobre un mat o cojín. También puedes meditar acostado.
3. Cierra los ojos y relájate.
4. Comienza a respirar profundo, conscientemente, concéntrate en el sonido de tu respiración, es el sonido que te va a llevar a tu interior.
5. Si viene un pensamiento, simplemente déjalo ir y vuelve a prestar atención en tu respìración.
6. Ahora enfoca tu atención en tu corazón. LLeva tu consciencia ahí.
7. Sigue respirando profundo, siente, percibe, fluye.
8. Pide a tus Ángeles que te acompàñen y te guíen y que te bañen en Luz Blanca y Dorada.
9. Háblale a tu Alma, salúdala, conversa con ella. Afirmale Yo Soy Luz, Yo Soy Amor, Yo Soy Paz. Repítelo cuanto sientas necesario.
10. Es probable que sientas, veas o percibas. Es la sensación del Amor. Es posible que se te agüen los ojos y broten lágrimas de ellos. Permítelo.
11. Siente la paz, siente la tranquilidad, siente, siente, siente.....entrégate por completo y acéptalo. Fluye con lo que estás recibiendo de tu Alma.
12. Para finalizar, agradece desde tu corazón lo que recibiste. Sonríe y disfruta el resultado
Tips:
Si te viene un pensamiento, reconócelo y lo dejas ir. No trates de pelear contra el.
Si estás muy tenso, haz un reconocimiento de cada parte de tu cuerpo y lo relajas conscientemente. Comienza con la cabeza, la frente, los ojos, los cachetes y los labios. Inhalas paz y con cada exhalación, sueltas las tensiones, cada vez relajas una parte distinta de tu cuerpo. Vas a seguir con cuello, hombros, brazos, manos, torso, cintura, piernas y terminas con los pies.
Si eso no funciona, piensa, siente o visualiza un sitio que te proporcione tranquilidad. Puede ser la playa, el campo, la montaña, un río o tu cuarto. Lo que te haga sentir bien, en paz, relajado, en armonía.
Puedes también pensar en algo que te haga sentir feliz, que te haga sonreir. Puede ser una persona, una mascota, un helado de tu sabor preferido, una sonrisa, un abrazo, una canción. Todo es posible, puedes lograr lo que quieras si te lo propones.
Esa sensación de tranquilidad, serenidad y felicidad es la que quieres mantener todo el día y te va a ayudar a afrontar lo que la vida te ponga en el camino con una visión totalmente distinta. Empezarás a ver cada problema como oportunidad, cada equivocación como un aprendizaje y comenzarás a llevar una vida más plena.
Pueden pasar muchas cosas durante la meditación, como puede que no pase nada. No te preocupes. Cada quien va a su propio ritmo, según lo que su individualidad necesita. La constancia es la clave.
Es posible que sientas incomodidad en el cuerpo, pesadez, tics, sensaciones diversas. Todo eso es parte del proceso de limpieza por el que vas a pasar mientras aprendes a silenciar tu mente para entrar en conexión con tu Ser Superior, que no es más que tu espíritu o tu alma. Tu Ser Superior está ahí, siempre a la espera de que lo escuches, te habla muchas veces a través de la intuición. Cuando silencias tu mente y al ego, tienes la capacidad de conectarte y escuchar con mayor facilidad lo que tu Ser Superior tiene que decirte.
También es posible que tengas sensaciones fuertes, es una manera que tiene Dios de hacerte sentir su amor. Otras veces se manifiesta como Luz blanca o Dorada o luces de colores. Si deseas, anota en un cuaderno lo que consideres más importante de lo que sentiste o viste en cada meditación y luego lo puedes consultar con nosotros. Estamos para servir.
Lo más importante es que cada vez, vas a estar más consciente de ti y de tu entorno, vas a poder observar mejor lo que te rodea y estar alerta ante los estímulos y la información que recibes. Eso te permitirá tomar acciones bien pensadas en vez de reaccionar. Tu creatividad e imaginación se despertarán y comenzarás a ver las cosas de manera diferente. "Cuando cambias la manera de ver las cosas, las cosas que ves, cambian. " Dr. Wayne Dyer
Busca un grupo de meditación para que puedas compartir experiencias y aprender más rápido. Existen numerosos grupos con filosofías variadas. Busca el que más se acomode a ti y a tus creencias religiosas. Te responderán cualquier duda que tengas.
Una vez que te sientas cómodo puedes sentarte a meditar por lo menos 15 minutos en la mañana, para agradecer la oportunidad de un nuevo día, e imaginarte como quieres que sea tu día, en calma y en tranquilidad. En la noche, antes de acostarte te vuelves a sentar por lo menos 15 minutos y vuelves a agradecer lo ocurrido en el día, lo bueno y lo malo. Analiza las situaciones importantes que sucedieron y que puedes aprender de ella. Si tuviste algún conflicto, piensa como lo puedes resolver la próxima vez, sin reaccionar y sin discutir. Cada vez afrontarás mejor las diferentes circunstancias adversas que se te presenten.
Cuando te acuestes, piensa en las cosas que te gustan, que te hacen feliz y en aquellas cosas que generan paz en ti y duérmete con esas ideas rondando. Verás que duermes mejor y te despiertas de mejor ánimo. Poco a poco irás sintiendo los cambios en tu vida y como generas cambios en los que te rodean también. La felicidad tiene un efecto multiplicador y es contagiosa.
Guía para meditar solo en tu casa u oficina:
1. Busca un lugar tranquilo.
2. Siéntate cómodamente, puede ser en una silla, sillón, sofá o en el piso sobre un mat o cojín. También puedes meditar acostado.
3. Cierra los ojos y relájate.
4. Comienza a respirar profundo, conscientemente, concéntrate en el sonido de tu respiración, es el sonido que te va a llevar a tu interior.
5. Si viene un pensamiento, simplemente déjalo ir y vuelve a prestar atención en tu respìración.
6. Ahora enfoca tu atención en tu corazón. LLeva tu consciencia ahí.
7. Sigue respirando profundo, siente, percibe, fluye.
8. Pide a tus Ángeles que te acompàñen y te guíen y que te bañen en Luz Blanca y Dorada.
9. Háblale a tu Alma, salúdala, conversa con ella. Afirmale Yo Soy Luz, Yo Soy Amor, Yo Soy Paz. Repítelo cuanto sientas necesario.
10. Es probable que sientas, veas o percibas. Es la sensación del Amor. Es posible que se te agüen los ojos y broten lágrimas de ellos. Permítelo.
11. Siente la paz, siente la tranquilidad, siente, siente, siente.....entrégate por completo y acéptalo. Fluye con lo que estás recibiendo de tu Alma.
12. Para finalizar, agradece desde tu corazón lo que recibiste. Sonríe y disfruta el resultado
Tips:
Si te viene un pensamiento, reconócelo y lo dejas ir. No trates de pelear contra el.
Si estás muy tenso, haz un reconocimiento de cada parte de tu cuerpo y lo relajas conscientemente. Comienza con la cabeza, la frente, los ojos, los cachetes y los labios. Inhalas paz y con cada exhalación, sueltas las tensiones, cada vez relajas una parte distinta de tu cuerpo. Vas a seguir con cuello, hombros, brazos, manos, torso, cintura, piernas y terminas con los pies.
Si eso no funciona, piensa, siente o visualiza un sitio que te proporcione tranquilidad. Puede ser la playa, el campo, la montaña, un río o tu cuarto. Lo que te haga sentir bien, en paz, relajado, en armonía.
Puedes también pensar en algo que te haga sentir feliz, que te haga sonreir. Puede ser una persona, una mascota, un helado de tu sabor preferido, una sonrisa, un abrazo, una canción. Todo es posible, puedes lograr lo que quieras si te lo propones.
Esa sensación de tranquilidad, serenidad y felicidad es la que quieres mantener todo el día y te va a ayudar a afrontar lo que la vida te ponga en el camino con una visión totalmente distinta. Empezarás a ver cada problema como oportunidad, cada equivocación como un aprendizaje y comenzarás a llevar una vida más plena.
Pueden pasar muchas cosas durante la meditación, como puede que no pase nada. No te preocupes. Cada quien va a su propio ritmo, según lo que su individualidad necesita. La constancia es la clave.
Es posible que sientas incomodidad en el cuerpo, pesadez, tics, sensaciones diversas. Todo eso es parte del proceso de limpieza por el que vas a pasar mientras aprendes a silenciar tu mente para entrar en conexión con tu Ser Superior, que no es más que tu espíritu o tu alma. Tu Ser Superior está ahí, siempre a la espera de que lo escuches, te habla muchas veces a través de la intuición. Cuando silencias tu mente y al ego, tienes la capacidad de conectarte y escuchar con mayor facilidad lo que tu Ser Superior tiene que decirte.
También es posible que tengas sensaciones fuertes, es una manera que tiene Dios de hacerte sentir su amor. Otras veces se manifiesta como Luz blanca o Dorada o luces de colores. Si deseas, anota en un cuaderno lo que consideres más importante de lo que sentiste o viste en cada meditación y luego lo puedes consultar con nosotros. Estamos para servir.
Lo más importante es que cada vez, vas a estar más consciente de ti y de tu entorno, vas a poder observar mejor lo que te rodea y estar alerta ante los estímulos y la información que recibes. Eso te permitirá tomar acciones bien pensadas en vez de reaccionar. Tu creatividad e imaginación se despertarán y comenzarás a ver las cosas de manera diferente. "Cuando cambias la manera de ver las cosas, las cosas que ves, cambian. " Dr. Wayne Dyer
Busca un grupo de meditación para que puedas compartir experiencias y aprender más rápido. Existen numerosos grupos con filosofías variadas. Busca el que más se acomode a ti y a tus creencias religiosas. Te responderán cualquier duda que tengas.
Una vez que te sientas cómodo puedes sentarte a meditar por lo menos 15 minutos en la mañana, para agradecer la oportunidad de un nuevo día, e imaginarte como quieres que sea tu día, en calma y en tranquilidad. En la noche, antes de acostarte te vuelves a sentar por lo menos 15 minutos y vuelves a agradecer lo ocurrido en el día, lo bueno y lo malo. Analiza las situaciones importantes que sucedieron y que puedes aprender de ella. Si tuviste algún conflicto, piensa como lo puedes resolver la próxima vez, sin reaccionar y sin discutir. Cada vez afrontarás mejor las diferentes circunstancias adversas que se te presenten.
Cuando te acuestes, piensa en las cosas que te gustan, que te hacen feliz y en aquellas cosas que generan paz en ti y duérmete con esas ideas rondando. Verás que duermes mejor y te despiertas de mejor ánimo. Poco a poco irás sintiendo los cambios en tu vida y como generas cambios en los que te rodean también. La felicidad tiene un efecto multiplicador y es contagiosa.